La pesca de la carpa en otoño

07.11.2012 10:56

 

La pesca de la carpa en otoño

 

Vamos a dedicar este articulo a la pesca en otoño, pero no al otoño “de calendario” sino al otoño avanzado, para el que todavía nos quedan unas semanas. Cuando hablamos de “clima otoñal” nos referimos a la estación donde las noches son frías, los días frescos y más cortos, y la lluvia suele ser abundante. Propiamente dicho es el período pre-invernal, antes de que las temperaturas caigan en picado. Si tuviese que elegir entre primavera y otoño, estaría indeciso a la hora de inclinarme por uno u otro. Aunque la primavera sea una de mis épocas preferidas, hay dos factores que no me agradan demasiado: Uno es la inestabilidad meteorológica, y el otro es la época de freza. Ambos factores influyen mucho en la actividad de los peces, y muy a menudo negativamente. Por esta razón, si me tuviera que decidir, me inclino un poco más por el otoño. Eso sí, que no me quiten una jornada de pesca en primavera en condiciones favorables, porque puede ser impresionante. En otoño el único factor negativo puede ser el meteorológico, pero este factor influye mucho menos en la pesca que durante la primavera.

Comportamiento de la carpa

El comportamiento de la carpa está estrechamente relacionado con la meteorología, no sólo sobre el tiempo durante nuestras jornadas de pesca, sino también con la época venidera que en este caso es el invierno. Las carpas, al igual que otros animales, tienen un sexto sentido en lo referente a un cambio meteorológico, son capaces de predecir un cambio de tiempo con antelación de horas e incluso a veces de varios días.Algunas veces hemos estado pescando unos días antes de la llegada de un frente frío y todas las condiciones en ese momento eran favorables. Estábamos disfrutando de unas jornadas excelentes, con gran número de picadas, pero de repente y sin previo aviso, la actividad pasaba de cien a cero. No había ninguna explicación lógica de este cambio brusco de comportamiento, porque las condiciones meteorológicas eran las mismas que en los días anteriores. Pues bien, al cabo de unas doce horas el tiempo cambió bruscamente y entró un frente frío, con lluvias torrenciales y aire gélido. Esto lo hemos observado muchas veces: parece que los peces notan este cambio mucho antes que nosotros, y se apresuran a refugiarse con mucho tiempo de antelación. Pues, lo mismo pasa con el invierno. Los peces parecen saber distinguir con mucho tiempo de antelación un simple cambio meteorológico temporal de la llegada del invierno real

  

 

La carpa de cara al otoño y el invierno

Para entender mejor el comportamiento de las carpas en la época pre-invernal, es necesario conocer los motivos por los cuales actúan así, y es que en invierno las carpas se retiran azonas resguardadas y profundas donde la temperatura del agua es más alta y más estable que en capas superficiales. La carpa es un animal de sangre fría y la bajada de la temperatura del agua va a ralentizar su metabolismo y el proceso de digestión. Por esta razón la actividad baja mucho: debido a que el consumo de energía para “sobrevivir” es escaso, no necesitan obtener un gran aporte energético. Las carpas son conscientes de que con la llegada del invierno la comida va a escasear. Por esta razón, durante esta época intentan hacer acopio del mayor cantidad posible de nutrientes para acumular así las suficientes reservas con las que poder afrontar el duro invierno. Por esta razón durante las semanas previas a la entrada del invierno que provocará un descenso brusco y prolongado de las temperaturas, dispondremos de una ocasión inmejorable para obtener buenos resultados. Las carpas alcanzan su máximo peso justo antes del invierno, y también durante la época de desove.

Dónde encontrar las mejores carpas

En esta modalidad de pesca, como en todas, lo fundamental para tener éxito es la localización de los peces. En esta época del año durante el día se mueven por las zonas de profundidad media, entre cinco y ocho metros, donde la temperatura del agua es más estable, evidentemente esto dependerá de la orografía general del embalse. Durante el día las horas más propicias serán el amanecer, a mediodía y al atardecer. En cambio, por la noche las carpas tienen tendencia a acercase a las orillas en busca de alimento. Suele haber dos fases de mayor actividad nocturna: Una es al anochecer, y la segunda está comprendida entre la una de la mañana hasta poco después del amanecer. En esta época es aconsejable buscarlas en zonas de profundidad media, como puede ser la entrada de una recula grande o un estrechamiento. Zonas donde hay desniveles suaves, y donde la profundidad suba poco a poco entre los diez a los cinco metros son ideales. Suelen moverse en grandes cardúmenes en busca de comida, por lo cual tendremos espacios de tiempo de baja actividad y de repente, durante algunos periodos de tiempo, tendremos una actividad muy alta.

Factores positivos

En otoño lo más favorable que nos puede ocurrir es que nuestras jornadas de pesca coincidan con una estabilidad atmosférica. Lo ideal es comenzar la jornada con al menos cinco días continuados de anticiclón, y que durante el tiempo que permanezcamos pescando se mantenga así. Si durante el día hace calor y por la noche las temperaturas no bajan excesivamente, será un excelente momento para probar suerte. Asimismo la pesca se verá favorecida con la entrada de un frente cálido, con viento y lluvia templada, que hagan subir la temperatura del agua. Este factor en teoría nos debería favorecer.

 

Factores negativos

Lo peor que nos puede pasar en otoño es que la jornada de pesca coincida con la entrada de un frente frío, que haga descender de golpe el mercurio en 10º C. Con estas condiciones meteorológicas los peces se quedarán en el fondo inactivos. Si el frente frío, además, va acompañado de un aire gélido, normalmente procedente del norte, y provocando oleaje. ¡Apaga y vámonos! Si es una ola de frío temporal de una duración de una semana o dos, a partir del tercer o cuarto día los peces volverán a la actividad, aunque con menor intensidad. Si el frío es continuado no es tan negativo para la pesca como un descenso brusco de las temperaturas, oscilaciones constantes entre altas y bajas temperaturas.

El cebado y el cebo a emplear

Aprovechando el excelente apetito de los peces podremos hacer un cebado abundante. Pero dependiendo de la cantidad de peces de talla media, haremos el cebado con partículas digestivas, o sólo con boilies. En otoño, siempre que las condiciones nos lo permitan, nos gusta cebar con maíz muy cocido para que las carpas tengan una digestión rápida y continúen comiendo con avaricia. Para el cebado con bolies es recomendable el uso de boilies de alto valor nutritivo y estimulante de apetito. Durante las semanas previas a la jornada de pesca, cebaremos varias veces con pequeñas cantidades de boilies, así conseguiremos que los tomen como una golosina y cuando vayamos a pescar se abalanzaran sobre ellos. En un cebado a medio plazo podemos utilizar partículas de digestión lenta como chufas, cacahuetes…, o maíz poco hervido. Durante las jornadas de pesca cebaremos con el mismo tipo de boilie pero esta vez normales, no de alto valor nutritivo, para que no se sacien tan rápidamente.

 

El sabor y aroma son determinantes

Es una época en la que el sabor de los boilies no es determinante, tanto los de base de pescado como los dulces son igual de buenos, evidentemente dependiendo del embalse. Lo que sí es recomendable es comenzar a cambiar los remojos de base de aceite por los de base de alcohol. El agua comienza a estar más fría y los remojos en base alcohol se diluyen mejor que los de base de aceite.

 

los antipesca

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